Cuando volví a tomar conciencia de donde estaba me di cuenta que estaba detrás del espejo, “al otro lado”, al lado de Alicia, con un puto conejo tocandome los cojones y diciéndome que hora era, las veinticinco y cincuenta....si, si las veinticinco y cincuenta una hora ¿imposible?
Transpicard
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario