miércoles, 14 de julio de 2010

Pavor

Dejadme las palabras, ahora que estoy solo
dejadme lágrimas ahora que no las he de esconder.
Anoche tenia luna en tenue y segura pincelada,
el adios del sol, el suave sonar de las cuerdas y tú.
Ahora sólo que tengo las cuerdas y al hombre,
que no tiene el bozal, ni las estrellas ni a tí.
La penumbra me proteje y la distancia impotente me escuda.
Traedme la razón, la verdad, que se que existe y la cura.
Soltadme las ataduras, y la carga, ¡arrebatádmela!,
sobre todo la carga,
por favor...

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