lunes, 14 de enero de 2008

Babel II

Doce palabras para doce meses, doce uniones para doce desuniones. Doce ladrillos para doce construcciones cada una compuesta de uno solo de ellos. Lo que separaron otros, sólo el hombre lo pudo y puede unir, con argamasa de intenciones y alturas. Imágenes insomnes atrapadas en papel de más ladrillos cada uno para cada hoja. Vidas en cada una de ellas. Silencio de alturas en voz baja, ruido de bajuras en voz alta, y mas ladrillos, que son uno solamente, mas momentos, mas tiempo, más soportar ese tic tac irremediable, crecimiento. Colores de las razas en los torreones, textura de pieles en los palacios, suaves unas y rugosas otras. También las hay decoradas y pintadas, con mas alhajas y con menos, mas iluminadas y mas apagadas, mas frías y más calidas, aspecto sombrío eterno, o iluminación efímera, doce, doce rostros dentados, temerosos y orgullosos a la vez. Rostros todos pacientes sin duda…

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